Por Camilo Parra
Organismos de socorro llevan dos días atendiendo un incendio en los cerros orientales, en el norte de Bogotá. Mientras la calidad del aire empeora, expertos analizan qué hace falta para actuar más rápido y resaltan un proyecto contra incendios en los cerros, que pese a estar estructurado nunca vio la luz.
Crédito: Laura Salomón, El Espectador
El plan que no vio la luz
Las problemáticas claves que enfrentan los Bomberos de Bogotá para atender los incendios en los cerros son la dificultad para acceder a los ejes calientes y el suministro de agua. Por eso se deben usar helicópteros, que deben recargar el agua, ya sea en el norte de la ciudad o en el parque Simón Bolívar, o haciendo uso de aeronaves que vienen cargadas desde otras regiones.
Bibiana Rodríguez, directora de Desarrollo Urbano de Probogotá, señala que esta problemática pudo haberse enfrentado desde 2018, cuando el Distrito desarrolló el Plan Distrital de Gestión del Riesgo de Desastres y del Cambio Climático para Bogotá (2018-2030). Allí se recomendó un programa para incendios forestales que fuese modelo para América Latina y el Caribe, cuyo eje era un sendero de protección en los cerros. “Se discutió la posibilidad de un sistema contra incendios en los cerros orientales. En 10 años se habían quemado 638 hectáreas de bosques, abarcando cerca de 11 localidades, y un cúmulo de más de 227 incendios registrados con pérdidas materiales. Las pérdidas ambientales y humanas se tasaron en $17.000 millones”, indicó.